No encuentro nada divertido en tus lágrimas ardiendo en la ventana, tanto más si está cerrada de par en par. Retiré la vista de aquella escena porque me resultaba insoportable, y no por la escena en sí, no por la imagen que me costará olvidar el resto de mi vida; no fue por eso, fue por lo de siempre: por pudor. Por cierto, ¿cuándo decidimos vaciar de contenido la palabra pudor? ¿Cuándo? ¿Qué día concreto tomamos aquella absurda decisión? ¿Cuándo? Y quiero saber también el porqué. No me conformo con el cuándo. De hecho eso ahora me parece lo menos importante. Necesito conocer las razones por las cuáles la humanidad, en las puertas de un cambio de década que no ha aportado nada a la historia del mundo más allá de las no torres gemelas y un par de absurdas guerras, se ha puesto de acuerdo para perder el pudor, y perderlo de la manera más lamentable, con todos los excesos, sin ninguna medida, a borbotones, como cuando te hacen un corte seco con una navaja en la garganta. En serio, no encuentro nada divertido en tus lágrimas ardiendo en la ventana y me estoy planteando borrar la palabra ventana del diccionario para no sufrir tanto, para que puedas desaparecer sin dejar rastro, que es como desaparece la gente a la que, por suerte o por alguna extraña casualidad memorable, le queda algo de pudor.
Ventana sin pudor
16 12 2009Comentarios : 1 Comment »
Etiquetas: pudor, ventana
Categorías : palabras, relatos
Uno
15 12 2009Uno es más que cero y menos que dos. Uno es quizá algo incierto. Uno es debilidad de adolescente. Uno es restos de cenizas. Uno es lo más parecido a una revuelta en el frenopático. Uno es la delicadeza dormida. Uno es desafío parcial. Uno es que vivas rodeada de pequeñas figuras humanas. Uno es epitafio sobre tumba ajena. Uno es rebelión en la granja sometida a las reglas del derecho internacional. Uno es nochevieja sin año nuevo. Uno es apetito, siempre apetito. Uno es el centro del universo. Uno es la perfección indemostrable. Uno es deseo, sudor y más deseo. Uno es coloquio universal. Uno es mirarte y saber que la cosa no va en broma. Uno es acertijo de ceremonia fúnebre. Uno es dar a diestro y siniestro. Uno es ocultarme bajo tu minifalda a esperar que pase la tormenta. Uno es también y sobre todo el comienzo de dos. Uno es aquello que una vez pensé que iba a ocurrir y nunca ocurrió y ahora es uno. Uno es devolver lo prestado. Uno es leer a través de tus ojos de gata. Uno es divertido, muy divertido. Uno es la caricatura de un sueño de la infancia. Uno es el recorrido más largo para llegar a la meta. Uno es todo menos un arma de destrucción masiva. Uno es la elegancia de un caballito de anís. Uno es Rodrigo y Roberto y Julio. Uno es un paseo entre molinos que tocan el cielo. Uno es la auténtica tentación, la dulce tentación. Uno es a ratos terrible. Uno es compositor de sinfonías a las que nunca asignarán un número. Uno es la maravilla entre tus piernas. Uno es la revelación del espíritu santo. Uno es uno y es más, es mucho más, pero es uno. Uno es uno, ¿verdad?
Comentarios : 1 Comment »
Etiquetas: Julio Cortázar, Roberto Bolaño, Rodrigo Fresán
Categorías : palabras, relatos